¿Cuál es la diferencia entre una planta de tratamiento y una fosa séptica?
Una fosa séptica separa únicamente los sólidos pesados que contienen las aguas servidas, dejando pasar sin tratamiento los sólidos en suspensión y los sólidos disueltos, por lo que produce un efluente contaminante que únicamente puede descargarse a un pozo de absorción para el tratamiento posterior de los contaminantes sépticos por las bacterias aerobias naturales del suelo. Aun después de ser filtrado por el suelo, el efluente de una fosa séptica podría contaminar la napa freática.
En cambio, una planta de tratamiento elimina hasta un 95% de los contaminantes del agua residual, produciendo un efluente limpio, no contaminante, que puede ser descargado directamente a una corriente de agua, en un pozo de absorción o puede ser reutilizado en riego y demás usos. El costo de una planta de tratamiento de aguas servidas es aproximadamente un 45% mayor (unos $4.000.000 para 8 a 10 personas) que el utilizar un sistema de tratamiento con una fosa séptica, pero con el gran beneficio de la reutilización de las aguas tratadas.
Autorización para las obras de aguas servidas domésticas particulares.
Permite el funcionamiento de una obra de sistemas de tratamiento de aguas servidas particular (alcantarillado) de una propiedad específica, en terrenos de loteos o parcelaciones donde no existe cobertura por parte de una empresa sanitaria.
Es un requisito para la obtención del Permiso de Edificación, otorgada por la respectiva municipalidad, que los interesados cuenten con la resolución que aprueba el proyecto de tratamiento de aguas servidas.
El diseño de estos sistemas de alcantarillado sólo puede ser desarrollado por un profesional autorizado, el que deberá ser aprobado por la respectiva Seremi de Salud. Este trámite se realiza hoy de forma online o digital.
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